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domingo, 19 de abril de 2009

LA MIM. ESA ETERNA DESEADA.

Como esa chica con la que siempre has estado a gusto pero nunca has racionalizado lo suficiente que la deseas, hasta que un día... se te ilumina la mente y decides ir a por ella.
Así me ha ocurrido con una carrera de montaña que es épica para los habitantes de la provincia de Castellón. La marato i mitja Castelló- San Joan de Penyagolosa, que para los amigos es la MIM.
Cuántas historias he oido sobre ella de corredores buenos, mediocres y hasta flojos que la han afrontado como la aventura de su vida atlética, incluso un poco más y la han incorporado a su cerebro subconsciente para lamer la dureza de sus rampas con las zapatillas gastadas de roca, malos caminos y sendas de rodeno. Bombeando sangre agónica al límite de la asfixia para unos músculos demasiado machacados por la monotonía de la rutina diaria del entrenamiento.
Con el maestro Xavi Ros, con la proeza del Boti, las ediciones triunfantes en progresión de Rafa Marco, la leyenda ha ido creciendo en mi mente.