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jueves, 23 de julio de 2009

VERANO DESPUES DE LA MIM Y LA MPUTACION.

La vida no deja de sorprendernos. Aquí escribo sentado en la cama de un apartamento de la playa de Nules con un nuevo PC portatil e-machines bajo los efectos del aire acondicionado.
En el exterior arde en llamas el monte y el aire calienta de poniente infernal.
Después del éxito de la carrera tan deseada como acabada. La MIM de Castellón Peñagolosa y 65 km. Después de superar mis tres semanas de casi inactividad por el dolor de mi cadera derecha, superada la tendinitis del psoas. Después de la amputación supracondílea de la extremidad inferior izquierda de mi suegra Maruja, nos hemos apartado del verano habitual para venirnos alquilados por mil euros al mes en la misma acera que mi madre.
Qué cosas tiene la vida tan cambiantes y brutales.
Mi pobre suegra. Sin factor de riesgo alguno. Ahí se ha quedado en una silla de ruedas y con solo una pierna. soprtando con resignación sus dolores colaterales, su mal humor, su impotencia, su rabia, su incomprensión, su discapacidad.
Y mientras los que vivimos con ella viviendo a ratos con gran satisfacción de poder correr, nadar, ir en bicicleta. Disfrutar del automóvil nuevo todoterreno. En fin disfrutar de la felicidad de ser joven, a pesar de lo que dicen de los cuarenta. A pesar de tener que soportar la furia del más pequeño enamorado de su padre, el gran Quique Oliver Granell.
Verano diferente pero féliz. Isa puede hacer un poco más de deporte, puede nadar en el mar y hasta la siesta.
Disfrutamos del café en cápsulas Nespreso. De tantos pequeños momentos. Hasta de la lectura de autentica aventura con Julio Verne y su Isla Misteriosa. Mientras el Damy junior fogueandose en la calle como su padre, con Raul y sus primas, ganando partidas de parchis.
La gran novedad, las dos hamacas y la terraza con vistas a la avenida sin mar.
Un primer piso enfrente de un piso de más de dos alturas, a segunda fila de playa.
El mar no obstante, se oye a cien metros como se bate en olas de furor.
Respecto al correr, he vuelto a encontrar el deleite en los tres minutos y medio de ritmo de competición. Debuté en Jérica con podium de veteanos y ahora me esperan unos bolos de verano, comenzando por la contrareloj del Clot de este sábado.
Muy buenas sensaciones. Entrenamiento matutino, aunque me cueste algún madrugón. La rutina del camping el paseo en coche, el pan, la napolitana de chocolate sentado en la gradería frente al mar de la Serratella. En fín, tan gratos momentos sobre la hierba sin dolor. Rodando como en los viejos tiempos. Y que dure.
Mientras el verano y la calor no ha echo más que empezar.