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viernes, 2 de octubre de 2009

SONEJA: EL REENCUENTRO CON EL ASFALTO DEL 15




Primera carrera de la temporada, después del retorno de vacaciones más quirúrgico que recuerdo en mi haber como traumatólogo. Después de ejercer de cirujano primero del servicio no sé cómo me han quedado fuerzas y ganas para correr.



Tercera semana de entrenamiento con kilometrajes que no llegan a los sesenta semanales, sin pasar de las cuatro sesiones.

Es decir, sin tener nada a favor, afronto mi primer test de esfuerzo competitivo.

Hemos quedado a las ocho en la Opel, es decir bajo de mi casa.

De todos los que comentaron en el foro del club que iban a partir, a la hora de la verdad se reducen a cuatro mosqueteros. Olalla, J.L. Romero, Rafa Usó y el que suscribe.

En el Corsa de Olalla salimos hacia el pueblo de montaña: Soneja.

Cinco años después de aquel debut de mi penúltima etapa, en Septiembre del 2004. En aquella ocasión fue mi primera carrera después de cinco años sin competir. Sufrí lo indecible para estar delante de los de Nules y bajar de la hora en los 15 kilómetros.

Batallas y circuitos de carreras futuras en el habitáculo de ruedas rumbo hacia Soneja.

Aparcamiento fuera del pueblo, mucha gente llegando. Son las nueve menos cuarto. Caminando a la plaza de salida para recoger dorsales. Me he dejado la cartera. Me tendrán que invitar al café de la plaza. En la barra y bien cargado, con José Luis y Rafa, Olalla no toma drogas de ninguna clase. Sigue siendo pura.

Cola para descargar por segunda vez en la mañana. Es la cagada pre-competicional.

Al coche, dejo el móvil. Estoy de segundo de guardia. Nos ponemos ya de tirantes y de corto. El naranja y blanco cuadreado va a juego con las zapatas naranjas cantarinas nuevas. Son las Nike Skilon eleven plus.

Trote y charradas previas . Fabre de nuevo. Cheche Aguilar, Calero, Antonio Ayala. Sin querer me dejo a los míos y me pongo con Fabre a escapar del pueblo para buscar el río por donde entraremos al último km de la prueba. Ahora vamos borriqueros, dentro de poco más de media hora iremos poseídos por la prisa de acabar, de llegar, quizás de triunfar o simplemente de cruzar la meta.

Tengo tiempo de perderme en solitario por el empedrado nuevo de las calles estrechas y empinadas sin salida. Estiramientos en la plaza, en la acera. Aceleraciones en subida y bajada de la recta principal de salida y llegada.

Ya son las diez de la mañana. El cielo entre nubes y claros no amenaza lluvia ni sol. La temperatura muy agradable para la práctica de la carrera a pie.

Debajo del arco de salida apiñados como ovejas que van al matadero, contentos todos de poder escribir una nueva página de deporte popular.

Se da la salida y yo que estoy bastante delante, no lo estoy lo suficiente como para no tener que caminar y rezagarme con gente bastante más lenta y pesada.

Voy adelantando como puedo a derecha e izquierda, incluso zigzagueando. Callejeamos en cuesta y descenso. Tomo la bajada principal como un verdadero zancadier de postín. Son muy buenas sensaciones. El GPS marca 3.31 el primer kilómetro. No está nada mal entre tanto desnivel y andando los primeros metros. No voy a tope y sigo adelantando corredores. Salimos del pueblo para buscar la carretera, cruzamos un puente sobre el río. Comienza la subida que durará hasta casi el km 9. La fila de a uno evidencia que aquí no hay cuadrillas ni compadreos. Poco a poco voy engullendo participantes. Cada uno que atrapo engorda mi ego, pero no demasiado. Aun queda mucha carrera y no me conviene ganar ni un gramo, aunque solamente sea en el pensamiento. Marco ritmos de tres cuarenta y tres cincuenta. Está muy bien. En algún intervalo me voy por encima de cuatro. No pasa nada, estamos subiendo.

KM 5. Avituallamiento liquido. No perdono ni una gota de agua. Los tiempos de las heroicidades ya han quedado para antes de los cuarenta.

Siento pasos. Me giro y llevo furgón lastrado a mi cola. No por mucho tiempo. El aire no deja de soplar contrario al avance. A pesar de ello y en contra de la gravedad acelero y vuelvo a quedarme solo.

Delante Calero es mi verdadera referencia. No le recorto ni un paso a esos aproximados ciento cincuenta metros. Nos aproximamos al kilómetro ocho y el coche del cronómetro junto con la policía que abre la carrera, ya bajan para mostrar a los primeros clasificados. Luis Félix Martínez ya marca distancia con el segundo que es Fernando Ruiz. Después un grupo perseguidor, Recatalá el veterano de Villareal, Víctor el de Onda y Calero. Rafa dice que voy el trece cuando se cruza conmigo. El descenso en solitario sin recortar ni un metro a Calero se hace a buen ritmo y sin agobio en tierra de nadie. No voy a coger a nadie, nadie me va a coger a mí. O eso es lo que pensaba.

KM 10. Más agua que no perdono. En mi mano izquierda sigo apretando el gel energético para los kilómetros finales.

Oigo pasos. Me giro y veo un dúo que me da alcance.

Capitaneado por J. Vicente Prades. El último ganador de la MIM.

El otro corredor parece más mayor, va soldado en paralelo y esconde su timidez debajo de una gorra blanca.

Después descubro en la clasificación que el hombre misterioso es Quique Gallen. El hombre que ha pasado de ser espectador en retaguardia de mi progresión a verdugo esta temporada. El hermanísimo…

_Anem fortets. Me dice Prades, con una naturalidad lejos de las ciento setenta y cinco pulsaciones que galopan en mi pecho. Contesto pausado y con cierta flema inglesa, de jugador de Póker:

_ A bon ritme estem baixant. A Calero no’l agarrem!

_ Com no punxe en la última pujada, difícil. Contesta diplomático el profesor de las gafas redondas y el correr compacto de campeón. Su dúo sigue soldado. No habla, solo corre al ritmo programado. Es un tándem perfecto.

A la entrada al río el piso se deteriora, también mi ritmo. Bajo bastante, y en ese in-pass me adelanta un “piernas torcidas”. Una triple torsión de tren inferior con aspecto de gangil sin poder. Con esas pintas de jugador pachanguero de patio de colegio, me rebasa. Las últimas cuestas se me atragantan. Sin gasolina, a pesar del gel energizante en mi gaznate.

Me persigue un grupeto que quiere pescarme en lo alto del pueblo, no saben que mi última recta a favor de cara a meta va a ser eléctrica. Demoledora. Ritmo de menos de tres en el GPS. Casi doy caza al piernas torcidas. Nadie me pilla por detrás. El suplicio ha sido menos intenso de lo esperado.

viernes, 4 de septiembre de 2009

ECOLOGISTA EN PRACTICAS.

Con el mes de Septiembre se puede comenzar con las probaturas del nuevo curso. No es del colegio. Gracias a Dios. Del trabajo, los sustos y la depre de la rentrada ya se han superado con las dos últimas semanas de agosto.
Así que si no quiero mediocrizarme a pasos gigantescos en la vida de aspecto gris y cotidiano que nos toca vivir, debo innovar. Aunque solamente sea en mi fuero interno.
Cambiar rituales que me hagan sentirme más fuerte y seguro al enfrentarme con la dura y pastosa rutina diaria.
Manuel Vicent, el escritor de Vilavella que hasta ahora había ignorado, meha hecho abrir los ojos. Su novela "Tranvia a la Malvarosa" la he paladeado de una manera exquisita, de manera que me ha hecho sentir más vivo en los pequeños detalles de nuestro entorno.
Estamos viviendo en un plató de la vida que nos hace ser grandes privilegiados. Inmersos en unos decorados envidiables podemos disfrutar de la esencia mediterránea más que el veraneante que tiene un més apretado y con prisas.Nosotros podemos vivir el veraneo de una manera pausada y durante todo el año.
Somos autenticos personajes de novela. Así lo veo con Vicent.
Hoy, viernes 4 de Septiembre es un día histórico para mi personaje. He dejado de ser el conductor estresado del gran vehículo todoterreno para montar sobre dos ruedas rumbo a la estación del ferrocarril.
Mi primer día con bici al trabajo. Que grandes momentos me esperan en esta nueva singladura. Una aventura diaria apasionante llena de extras y secundarios que van a cruzarse en el Plató. "Envejer, morir" no es aun ni las dimensiones del teatro ni el argumento de la obra, como canta el loco en uno de sus trabajos, "La Vida por Delante" en su canción "No volveré a ser joven" basado en un poema póstumo de Jaime Gil de Viedma, adaptado por Gabriel Sopeña.
Esto no ha echo sino empezar a rodar.
Bici, mochila negra del congreso SEROT de Salamanca, casco blanco, gafas de sol , radioauricular MP3 y última novela de Vicent "El Leon de Ojos verdes" sobre el hotel Voramar de Benicasim en 1953.
De momento estoy contento. Y la vida con esas gafas siempre se ve más clara y colorada.
Seré solamente el ecologista en prácticas o me licenciaré en la materia. El tiempo dictará su sentencia.

martes, 28 de julio de 2009

CONTRARELOJ DEL CLOT. COMO EL VERANO


A tope. Sin descanso. Imagen más que realidad. Efímero. Todo sin valorar. Sin conocer. De prisa. Demasiado entrenado. Poco saboreado. Agonistico. Principio de tormento y final de locura.
Nadie lo sabe. Todos lo suponen pero que poco se lo imaginan.
Mañanas de soledad, acaloramiento y galope desbocado. En silencio, sudando, rompiendo la armonia, el silencio, la paz.
En el fondo soy un ser aeróbico y la anaerobiosis es un accidente brutal continuado y repetido.

domingo, 26 de julio de 2009

EN ESPECIAL ESTADO DE GRACIA FISICA.

Nunca me lo hubiera imaginado. A mis cuarenta y pico. Lo que estoy consiguiendo en mi carrera atlética y las sensaciones de autentico ciclista de ruta.
Actualmente en verano que estamos inmersos en plena calícula para otros infernal. Solamente tengo ganas de madrugar para comenzar el nuevo día corriendo. Disfrutando de unas endorfinas que me tienen de nuevo enganchado. Vaya disfrute. Vaya gozada. Para colmo voy a las carreras y aun estoy con los mejores.
Sobre la bici de carretera experimento tambien el poder del privilegiado dando pedales cuesta arriba y hasta en llano disfruto del rodar y de la postura agachado sobre el manillar.
Muchas alegrías que me gustaría recordar para siempre. Por eso las escribo en un periodo muy dificil de mi vida, donde hacer deporte es la valvula de escape, aunque me toque ir contracorriente y sacando tiempo de donde no hay, excepto ahora que estoy de vacaciones. Espero tener epocas con más facilidades, si bien entonces quizás no atraviese tal periodo de gracia. Dios quiera que esto me dure por lo menos hasta los cincuenta. Después quizas deje de ver el deporte como lo sigo viendo, difícil será.

viernes, 24 de julio de 2009

DESDE LA TERRAZA VEO LA VIDA PASAR

Tecleo desde la mesa de la terraza de verano que da a la avenida de Illes Columbretes de la playa de Nules. No veo el mar pero se siente. Se oye si hay silencio. Son las doce menos cuarto de la noche. Los tertulianos del terreno ya han abandonado el banco de la calle. De fondo se oyen los grillos y cantos de la terraza del Stany. El lloro de un niño. La calor se disipa en forma de brisa marina muy tenue. La calima se nota en el personal. Hay cierto grado de inmsonio en la peña.
El silencio de la noche se llega a desear. ¿Cuando vendrá?
Nadie a la vista. Todo el mundo agazapado en sus refugios de primera fila y en las colmenas de segunda. Algun niño sin dueño corretea por la acera del paseo. Como almas en pena, sin hora ni sueño.
Hoy es viernes de final de Julio. Mañana poco trabajo. Yo no me voy a levantar temprano para entrenar. La contrareloj del clot es por la tarde. Tengo que ir a organizar y a correr. A ver si soy capaz de bajar de los diez minutos. Las sensaciones son muy buenas. Ya he marcado diez minutos y dieciseis segundos en entrenamiento. Ni los cuarenta me van a frenar.
La vida transcurre demasiado rápido para meditarla, demasiado para asumirla. Le respondo corriendo. Siempre con prisa. Sin reflexión. Sin relax. Si no fuera por momentos como estos que renuncias a la caja tonta y tecleas al otro amo del mundo...
Que será sin la tecla. Cuando años atras me resistía a abandonar la escritura deslizante del bolígrafo o la fascinante de la pluma sobre el cuaderno cuadriculado. Como cambian los tiempos. Como nos hace cambiar sin querer.

jueves, 23 de julio de 2009

VERANO DESPUES DE LA MIM Y LA MPUTACION.

La vida no deja de sorprendernos. Aquí escribo sentado en la cama de un apartamento de la playa de Nules con un nuevo PC portatil e-machines bajo los efectos del aire acondicionado.
En el exterior arde en llamas el monte y el aire calienta de poniente infernal.
Después del éxito de la carrera tan deseada como acabada. La MIM de Castellón Peñagolosa y 65 km. Después de superar mis tres semanas de casi inactividad por el dolor de mi cadera derecha, superada la tendinitis del psoas. Después de la amputación supracondílea de la extremidad inferior izquierda de mi suegra Maruja, nos hemos apartado del verano habitual para venirnos alquilados por mil euros al mes en la misma acera que mi madre.
Qué cosas tiene la vida tan cambiantes y brutales.
Mi pobre suegra. Sin factor de riesgo alguno. Ahí se ha quedado en una silla de ruedas y con solo una pierna. soprtando con resignación sus dolores colaterales, su mal humor, su impotencia, su rabia, su incomprensión, su discapacidad.
Y mientras los que vivimos con ella viviendo a ratos con gran satisfacción de poder correr, nadar, ir en bicicleta. Disfrutar del automóvil nuevo todoterreno. En fin disfrutar de la felicidad de ser joven, a pesar de lo que dicen de los cuarenta. A pesar de tener que soportar la furia del más pequeño enamorado de su padre, el gran Quique Oliver Granell.
Verano diferente pero féliz. Isa puede hacer un poco más de deporte, puede nadar en el mar y hasta la siesta.
Disfrutamos del café en cápsulas Nespreso. De tantos pequeños momentos. Hasta de la lectura de autentica aventura con Julio Verne y su Isla Misteriosa. Mientras el Damy junior fogueandose en la calle como su padre, con Raul y sus primas, ganando partidas de parchis.
La gran novedad, las dos hamacas y la terraza con vistas a la avenida sin mar.
Un primer piso enfrente de un piso de más de dos alturas, a segunda fila de playa.
El mar no obstante, se oye a cien metros como se bate en olas de furor.
Respecto al correr, he vuelto a encontrar el deleite en los tres minutos y medio de ritmo de competición. Debuté en Jérica con podium de veteanos y ahora me esperan unos bolos de verano, comenzando por la contrareloj del Clot de este sábado.
Muy buenas sensaciones. Entrenamiento matutino, aunque me cueste algún madrugón. La rutina del camping el paseo en coche, el pan, la napolitana de chocolate sentado en la gradería frente al mar de la Serratella. En fín, tan gratos momentos sobre la hierba sin dolor. Rodando como en los viejos tiempos. Y que dure.
Mientras el verano y la calor no ha echo más que empezar.

domingo, 19 de abril de 2009

LA MIM. ESA ETERNA DESEADA.

Como esa chica con la que siempre has estado a gusto pero nunca has racionalizado lo suficiente que la deseas, hasta que un día... se te ilumina la mente y decides ir a por ella.
Así me ha ocurrido con una carrera de montaña que es épica para los habitantes de la provincia de Castellón. La marato i mitja Castelló- San Joan de Penyagolosa, que para los amigos es la MIM.
Cuántas historias he oido sobre ella de corredores buenos, mediocres y hasta flojos que la han afrontado como la aventura de su vida atlética, incluso un poco más y la han incorporado a su cerebro subconsciente para lamer la dureza de sus rampas con las zapatillas gastadas de roca, malos caminos y sendas de rodeno. Bombeando sangre agónica al límite de la asfixia para unos músculos demasiado machacados por la monotonía de la rutina diaria del entrenamiento.
Con el maestro Xavi Ros, con la proeza del Boti, las ediciones triunfantes en progresión de Rafa Marco, la leyenda ha ido creciendo en mi mente.

martes, 10 de febrero de 2009

La primavera a la vuelta de la esquina

Asoma en el horizonte una punta de primavera

una ilusión rosada,una esperanza

nueva

No obstante la tierra cumple sus viejos ciclos.



Acabado el invierno,los nidos

se rehabitan,

las campanas suenan a fiesta

el día se prolonga

y las sombras se borran

más fácilmente.


Mantos de leche tibia

el limonero suplica para

su fábrica de fragancias.

Y las gentes confeccionan

para la mesa familiar

manteles de organzas

y de miel su pan,y ramos de

azahar.


La primavera se anuncia

trémula entre soles y lluvias,

con sandalias floreadas

y collares de nácar

paseará por mi playa.

Los niños le darán su bienvenida

alzando cometas

al cielo,

las caracolas luminosas

repetirán el ruido del mar.


Y sobre la mesa

serviremos

Pan de

Paz

domingo, 1 de febrero de 2009

Vilavella: Falsas expectativas.

Nada de lo que dije. Todo al revés. Nada de contención en la salida. Tres treinta y en subida. Verdadera pena en las pistas corredoras. Motor diesel quemado, ballestas Grisel top gama.
La bajada de auténtico especialista. Rompedor en la roca. Verdadero lanzador en las sendas hacia el infierno de las rampas. No hay gasoil en el carburador cuando el rodeno se mantiene firme hacia arriba. Ni las pendientes mínimas después de las bajadas eléctricas eramos capaces de mantener.
En resumen, falsas espectativas. Caida en picado. De alante atrás es demasiado triste la pelicula.
Demostrar que soy de los elegidos en los tres primeros kilómetros a ciento ochenta y seis latidos cardiacos por minuto no sirve de nada, sobre todo si quedan dieciseis kilómetros para desfallecer.
El oxígeno no me ha faltado, pero sí la mala sangre para mantener un ritmo algo más que cansino en la eterna subida hasta las eses del calvario
Senda de la cantera; notable alto, incluso el descenso a ritmo monocorde. No ha sido así en la pista de rodeno hasta el kilómetro cinco. Decaimiento y demasiadas facilidades para los rivales. Gente que no debiera haberme echado el gancho jamás. Ahí estaban los buitres hincando el diente al impala enfermo.
Recuperación en la senda de Cabres del kilómetro seis. Salida de nuevo a la pista e infierno en la subida. Gabriel Marín me daba caza como un chaval. Pasitos cortos y ritmo pobretón de muchos años. No era su mejor imagen. Bagán el barbero del ravalet me tenía coronando el final de las eses y entraba delante para coronar el pico.
La senda de la cumbre pura delicia de dificultad. Descenso con embotellamiento en la trialera excavada en la piedra suelta. Golpe de efecto y ataque de verdadero lujo hasta la paleta del doce para romper en el asfalto hacia el abismo, a menos de tres por kilómetro.
Sin rivales en el trece, lo que se adivinaba un final de tranquilidad. Nada más lejos de la realidad. Nuevo ataque en el descenso del catorce por parte del barbero para ir remojandome las barbas. Solamente el descenso del quince me mantuvo por delante. Después hasta Norberto y otros anónimos me daban caza sin posibilidad de reharcerme. Ni las últimas pendientes favorables me devolvieron la pegada. Las once y media sonaban en el capanario del pueblo subiendo la penultima rampa del camí de la mina.
Ultimo kilómetro vacio de poder. Recuperé la zancada en la recta final de meta. No estaba todo perdido.
Lo más triste es que nadie me animó. Nadie me conoció. En dos años se olvida demasiado.
Quizás es que este deporte es demasiado duro y desagradecido.
Quizás esperaba demasiado para llevar solamente cinco semanas entrenando, después de mi parón del 2007.
Tomo nota.

sábado, 31 de enero de 2009

VUELVO A LA VILAVELLA EN CARRERA


Después de dos años de Quique vuelvo al escenario de batalla. Parece que fue ayer cuando en el foro de alpinrunning, los de a cuatre pelat me aconsejaban que me dedicara a mi hijo, que era lo más importante.
Ya lo he hecho, aunque queda bastante para convertirlo en un hombre de verdad, de momento es un nene de aupa.
Vilavella siempre será ese escenario donde debuté en carrera de montaña. Donde fui por delante de un campeón de españa venido a menos. Donde subí al ayuntamiento para recibir el trofeo de tercer clasificado e una carrera donde, en otros tiempos, me hubiera llevado de calle el triunfo, y ese año me colaron a dos monstruos invitados por la organización para darle categoría a la prueba.
Ahora solo llevo cinco semanas de entrenamiento. Unas cuantas subidas al circuito pero las sensaciones de poder ya se parecen a las mejores. Deficiente en los descensos, pero bastante potente en las rampas. Los tobillos van afinandose, las rodillas aguantan de lo lindo. Falta pulir la zancada de bajada.
Entrenar, kilómetros, entrenar, kilómetros... Cambios, cuestas, descensos. En fin...
El corazón va tomando nota de lo que es sufrir un rato largo.
Nunca hubiera pensado que podría volver a correr para estar entre los mejores. De nuevo lo he conseguido, aunque las molestias de la rodilla quieran aparecer después de la rayada que me curré ayer tarde.
Mañana saldré de tapado. Solamente Dios sabe que puedo contar para luchar por la clasificación de veteranos. Mi primera vez en está categoría. El tiempo corre a mi favor. Tengo cuarenta y uno en mis piernas pero tambien en mi cabeza. Eso son demasiadas carreras para saber lo que tengo que hacer.
Conservador de salida, guiado en lo técnico y explosivo en el descenso. La táctica  está clara en mi cerebro.
Lo que ocurra mañana, incluso si la lluvia quiere eregirse como protagonista; nadie lo sabe, pero yo estoy convencido de que voy a triunfar.
El hecho de volver a estar ya es un exito. Gracias Dios mio.

lunes, 5 de enero de 2009

CORRIENDO BAJO LA LLUVIA


Domingo 4 de enero del nuevo año 2009. No ha cesado de llover desde ayer tarde.
Llevo una corrida de montaña en mis patas reciente ayer al mediodía. En mi cerebro estaba la rodaeta dominical con els amics del clot. Como presidente y autoridad sobre el asfalto deseo expresarme como mejor he sabido a lo largo de mi existencia, corriendo.
Lástima que me quedé dormido. Seguro que JB aunque cayera el diluvio universal estaría presto en la salida de la asociación de vecinos del Grao. Con más de veinte minutos de retraso sobre las nueve; armado de chaleco, mallas y gorro de lana contra el frío y cinturón de botellas de agua contra la deshidratación mojada. Garmin en la tecnología registradora del evento, sin pulsómetro por fallo técnico del dispositivo pectoral. Saucony Triunf 5 en los pies para pisar lo más alfombrado posible sobre el duro asfalto.
Lluvia sin fin bajo el cielo gris plomizo. Pocas ganas y soledad en los inicios. Carril bici hasta para busacar el camí la pedrera en dirección Nules Villavieja. Paso por debajo de la autopista y por el camí de la vieta bordeando la muralla de Mascarell. Me meto en el barro de un huerto de naranjos para esquivar la inundación de un paso subterraneo de la vía del tren ante la atenta mirada de lapolicia municipal que flipa en colores.
Vuelvo a disfrutar. A apartir de la hora y cuarto de carrera manteniendome por encima de cinco diez por kilómetro voy tan cómodo y aeróbico que mi cerebro se oxigena pensando que puedo ser el de siempre. De motor voy super diesel. De carroceria sub veinte. En fin una delicia bajo la lluvia. Nunca pensé que esto me podría suceder sobre el asfalto puro y duro. Volver a renacer como el ave Fenix de la soledad del corredor de fondo. Llaneando la pradera denaranjos. Murmullo de fondo; los motores rugiendo sin tregua por la AP-7.
El 2009 no puede comenzar mejor para mi integridad física y mental. Mi psiquiatra de cabecera me lo ha recomendado y me estoy haciendo caso. Gracias Dr. Oliver.
Teniendo en cuenta que el día anterior estaba luchando contra la hipoxia de las sendas de montaña y sus insolentes pendientes,al más puro estilo capricornio, la recuperación parece excelente. Ya nada me puede asustar.
Para celebrarlo entro en internet y me apunto a la media marathon de Sagunto el domingo que viene. Definitivamente estoy curado. Gracias Dios mio, muchas gracias Dr. Oliver.