jueves, 22 de mayo de 2008
LA EUFORIA DEL BISTURI
Nada produce más gratificación a un cirujano de huesos. El manejo del instrumento de corte para seccionar los tejidos según el plan convenido. Acoplar el implante a golpe de martillo y cerrar con relajado proceder mientras se comentan los últimos acontecimientos en voz alta con los compañeros de batalla y personal auxiliar. El equipo quirúrgico bien acoplado y mejor avenido es la mejor garantía para el exito del sufriente que se deja cortar por la hoja afilada con la esperanza de mejorar su función y sobre todo alejarse de la pesadilla de su dolor articular.
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